Oscar De La Rosa, Zamora
La colonia El Carmen, desde la esquina de Dr. Verduzco hasta Othón Núñez, fue el lugar donde se ubicó el primer panteón municipal de Zamora, tras la separación del cementerio del clero. Los restos óseos datan desde 1830, pero especialmente son de la etapa de 1850, cuando Zamora fue atacado por una epidemia de cólera; se estima que todavía hay huesos o esqueletos debajo de los cimientos de muchas casas del lugar.
Jesús Álvarez del Toro, presidente del consejo municipal de la crónica, informó que nadie, en su momento, se atrevió a retirar los restos óseos derivado del temor que había entre la población a ser contagiados por el virus de cólera, debido a que muchos difuntos fueron sepultados tras morir por esa enfermedad.
“Aquí de hecho se marca un precedente importante, porque recordemos que el próximo 8 de marzo se celebra el 170 aniversario de la consagración de esta ciudad a la imagen de La Purísima que fue declarada la patrona de la Diócesis de Zamora. Todos los que fallecieron a consecuencia del cólera tuvieron como última morada el antiguo panteón de El Carmen”, explicó.
En ese sentido, también dio a conocer que una de las actividades concentradas en la parte de las calles de Dr. Verduzco y Lerdo de Tejada es la de los guayines que está a punto de desaparecer porque la urbanización alcanzó a desplazar a quienes prestan ese servicio que consiste en el retiro de materiales o traslado de objetos de carga pesada en una plataforma de madera jalada por uno o dos caballos.
“De 150 que había hace más de 30 años, hoy solo quedan 4 establecidos en este punto y es parte de lo que está a punto de morir en la zona, pero también es parte de la historia y colorido local. Para la gente ya no resulta atractivo el servicio porque usan otro tipo de vehículos para hacer las labores mencionadas”, finalizó.