Oscar De La Rosa, Zamora
La celebración de Halloween y Día de Muertos no está peleada con los zamoranos, quienes han adoptado ambas festividades independientemente de su origen, como algo suyo para celebrarlo en familia. En la opinión de la población, una fiesta no puede dejarse apartada de otra porque son tradiciones de honrar a los difuntos, con el toque característico de la figura de la muerte o en su defecto pedir el clásico “dulce o travesura” con un disfraz de por medio.
“Para los niños es una diversión el Halloween y aquí queda de lado lo que se pueda pensar en las celebraciones de carácter religioso. Los dogmas son algo que los infantes no comprenden y en su inocencia se acostumbran a pedir dulces en cada una de las casas durante el 31 de octubre o 1 de noviembrembre”, opinaron zamoranos abordados por EL INDEPENDIENTE TV.
Comentaron que es responsabilidad de cada padre de familia enseñar a sus hijos el equilibrio, entre una celebración y otra, así como no olvidarse de sus costumbres mexicanas que han tenido mayor auge durante los últimos años por el crecimiento de festividades en la región de Zamora y México con relación al sentido que se le da a la muerte.
Los que celebran el día de muertos acostumbran en la actualidad a ir al panteón municipal, colocar una ofrenda sobre la gaveta acompañada de vino, comida y cosas que le gustaban al difunto; a últimas fechas se hace la velada sobre la tumba, se reza uno que otro rosario y se contratan los servicios de grupos musicales para recordar las melodías con las que se recuerda al fallecido.
Para el Halloween, los niños se visten de cualquier personaje entre zombies, vampiros, momias o incluso con el colorido de catrines o catrinas para pedir dulces en cada casa que depositan en un recipiente de plástico. Otros así acuden vestidos a los festivales que son realizados en sus escuelas como parte de actividades que quedan a la libre decisión de directivos y docentes.
“Lo que más se debe privilegiar en los niños es que no se olviden de ser mexicanos, sin importar su credo o procedencia. Las dos celebraciones van de la mano y sería un error olvidarse de ellas o tratar de sepultarlas porque son parte de las costumbres, sin importar el origen de las mismas”, concluyeron.