Guillermo Ríos, Zamora
Quitaron el invicto al equipo representativo de la Asociación de Periodistas del Valle de Zamora (ASPEVAZA), que pagó, deportivamente hablando, la visita a su similar equipo representativo del Ayuntamiento de Tangancicuaro, en un juego a 15 goles, siendo los tangancicuarenses los ganadores del cotejo.
Un duelo donde más que el nivel y la técnica fue el corazón el que jugó por parte de los periodistas FC, mientras que el reforzado equipo de Tangancícuaro hizo lo propio para que no le repitieran la dosis los tundeteclas, cuando ellos fueron locales.
La cancha uruguaya de futbol fue el escenario para este singular encuentro, gracias al apoyo incondicional del ingeniero Luis García quien ofreció el espacio para desarrollar el juego.
Ambas escuadras comenzaron a un ritmo muy revolucionado, mostrando a sus mejores piezas cada equipo haciendo jugadas llenas de gran técnica y nivel, el equipo Tangancícuaro marcó la pauta y el ritmo con el que debería jugarse el encuentro.
Pasaban apenas 10 minutos del tiempo corrido cuando el dominio de los visitantes surtió efecto, inició el vendaval de goles; el portero Toño Flores ya no sentía lo duro, sino lo tupido y no sabía ni por donde le caían los goles.
Los periodistas comenzaron a tener reacción por conducto de Joel Aguilar y Fidelmar Castro, desde la banca con todo y muletas Francisco Hernández pegaba de gritos para acomodar a la defensa que estaba haciendo agua, fue entonces que llegó una tibia reacción por parte de los reporteros.
Hubo entonces 15 minutos intensos por parte de los periodistas, pero comenzaron a sudar la gota gorda y se soltó la goleada de Tangancicuaro, es así que ni las barridas temerarias de Cruz González, o los quiebres de cintura de Memo Ríos, o el dribling de José Luis Trejo, o la agilidad de Chaparro, pudieron evitar el rosario de amocozoc.
Al final la derrota de los Periodistas se consumó y los de Tangancícuaro se llevaron la victoria, al término del partido un grupo de jugadores de los vencedores hicieron bolita, al parecer eran los cachirules que recibieron su “premio”.
Pero sin duda lo mejor fue la convivencia, desayuno y la camaradería que permeó entre los jugadores, vencedores y vencidos, factor determinante de este encuentro deportivo.