Las cachetadas del Piojo
Noé Ortiz
El tema resulta de la opinión de un amigo en su Facebook, Mauricio de Anda, sobre la agresión del Piojo al comentarista Martinoli y la sobre exposición en los medios de este incidente a diferencia de aquellas agresiones que sufren diariamente otros periodistas, pero a los que no se les da la atención por no estar involucradas “celebridades”.
Tuerzo un poco el tema y tomo otra vertiente, ¿por qué la violencia como respuesta?, y no me refiero a la reacción primitiva de la violencia por subsistencia, sino a la violencia con la que se intenta imponer una postura, idea, posición política u opinión a la fuerza.
Creo que a pesar de que los conceptos de libertad de expresión y diversidad, y los tema de tolerancia y respeto a los derechos del otro, están en constante discusión en medios de comunicación, escuelas y en la sociedad, nos sigue ganando la educación doctrinal que recibimos, producto en parte del pensamiento religioso judeo cristiano, y en parte de la idea errónea de que solo el conocimiento cierto es válido.
Juega también un papel importante el concepto distorsionado que tenemos de autoridad, como el ser que por detentar un cargo, tiene facultades extraordinarias para pasar por encima de la ley, y no sólo las derivadas de la Constitución, sino también las domésticas, y es aquí donde nace el verdadero peligro, en aquellos que no sólo se consideran una autoridad, sino que además consideran su opinión como la única verdad posible, invistiendo a quienes no la compartan de atributos de ignorancia, corrupción, incapacidad y servilismo. El que grita más fuerte es el que tiene la razón.
Aquí entra la importancia de los medios de comunicación, a quienes se les ha cargado equivocadamente la responsabilidad de ser los portadores de la verdad, y cuando esta verdad no coincide con la mía, los responsables de la manipulación y embrutecimiento de la sociedad, cuando la subsistencia de las empresas dedicadas a la comunicación depende del raiting, definido por el interés de la sociedad en determinados temas, entonces, ¿quién es responsable de qué?
Y esto se vuelve más terrible cuando la sociedad utiliza Twitter, un medio de comunicación que queda en manos de la sociedad misma, para hacer de #LadyPiojo una tendencia en la que se ejerce violencia contra la hija del ex entrenador de fútbol.
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