Los Picapiedra y la CNTE
Noé Ortiz
De chico veía Los Picapiedra, y aunque eran horas divertidas con sus episodios, no pasaba inadvertido que en todas las secuencias de movimiento (persecuciones, viaje en carretera, etcétera) el fondo pasaba repetitiva e interminablemente dando la sensación de cambio, de avance, truco que utilizaban también Scooby doo, Tom y Jerry, El Pájaro Loco, y las entonces post modernas He-Man y Thundercats. Incluso en episodios diferentes, utilizaban el mismo fondo siempre: todo estático aunque parezca moverse.
El recuerdo me llega al leer por enésima ocasión el “mega plan de súper marcha y paro ahora sí definitivo” anunciado por la CNTE en contra de los despidos de maestros que no se presentaron a evaluación y por la liberación de los normalistas de Tiripetío, método de lucha del que supe allá por los 1997, en su protesta contra las reformas a la Ley del IMSS (estoy consiente de que hubo anteriores, pero de esa fecha hacia acá me acuerdo por cuestiones laborales), y con el que han explotado esa imagen de estar en movimiento permaneciendo estáticos.
Los temas (como las historias de las caricaturas) variaron al paso de los años: reforma a la Ley del IMSS; entrada en vigor de las Afores; disolución de Luz y Fuerza del Centro; reforma de la Ley del ISSSTE; modificación del contrato,colectivo de PEMEX; eliminación de las plazas automáticas; modificación del régimen bancario; reformas energética y educativa entre cientos de etcéteras más.
Pero el fondo es el mismo: suspensión de clases sin reposición de horas/aula; marchas, pero sobre todo, ningún resultado de sus acciones.
El engaño es el mismo que en las caricaturas: hacen como que se mueven, engañan y se engañan a ellos mismos, argumentando que son una fuerza viva, pero sobre todo, crean la gran ilusión de los kinetescopios (¿se acuerdan esas cajas cilíndricas forradas por dentro con figuras estáticas, que al hacerla girar y ver por una rendijita parecían imágenes en movimiento?), con las mismas imágenes dando vueltas una y otra vez.
El magisterio, esa gran visión de José Vasconcelos, se quedó estancada en el discurso post comunista de los 60’s, atrapado en los principios cabañistas de los 70’s y los preceptos sociales de los 80’s, todos necesarios y válidos e su momento, pero que hoy es incapaz de generar una ideología propia, innovadora y apta para nuestra realidad.
Pero hay que ser justos, Los Picapiedrara al menos, y después de correr kilómetros frente a un mismo fondo, al final, sí llegaban a un lugar diferente.
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PAPALOTE
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