Nos quedan a deber.
José Luis Ceja Guerra.
Después de las cifras dadas por el legislador estatal Wilfrido Lázaro Medina en cuanto al número de elementos policiacos, lo cierto es que de diversas formas, la seguridad, con todos los actores que ello implica, simplemente nos quedan a deber.
En el marco de la presentación de su iniciativa para la Prevención Social de la violencia y la Delincuencia en el Estado, Lázaro Medina dijo que en Michoacán había un elemento policiaco por cada 639 habitantes, cifra dolorosa si se toma en cuenta que con esto del Mando Unificado el porcentaje de policías por habitantes se reduce más todavía.
Explico, si de por si cada policía tiene que cuidad a 639 habitantes, el problema es que los titulares del Mando Unificado en los municipios hacen que esta ci8fra crezca más ya que, no sé por qué, pero en casos como Jiquilpan, Venustiano Carranza y Sahuayo, los titulares de la policía local acostumbran traer al menos una escolta de diez elementos lo que quiere decir, de acuerdo a los datos citados por el legislador y rezando a Pitágoras, que en estos municipios el titular del Mando Unificado deja en desamparo a 6,390 ciudadanos para tener su escolta personal.
Y es que el despliegue de fanfarronería de algunos de estos funcionarios de la seguridad raya ya en lo ridículo pues en lugares como Venustiano Carranza se llegaron a cerrar calles para que el mando policiaco pudiera hacer una recarga telefónica.
Así pues creo que lo que se requiere es más un trabajo al interior de las corporaciones policiacas que una reforma a una Ley que como muchas en materia de seguridad no son sino letra bien muerta.
Pero en fin, el asunto es que en esto de la seguridad ni se dice todo ni se oculta todo y la ciudadanía de Sahuayo está molesta por el operativo vial de las motocicletas y es que ni el gobierno local, ni el estatal a través de la SSP y la delegación de tránsito de este municipio se ponen de acuerdo en temas básicos como quién pidió el operativo, quién está legalmente facultado para hacerlo y sobre todo por qué demonios los elementos de tránsito del Estado realizan operativos a bordo de motocicletas sin casco ni placa para detener a motociclistas que no traen casco ni placa.
En fin que no sólo en materia de seguridad, sino también en materia de congruencia, nos quedan a deber.