-Migración, inexperiencia de pareja y uso de tecnología, las causas principales
-Sacerdotes se reúnen para tratar tema en Asamblea Diocesana de Pastoral
-Obispo pide hacer examen a conciencia para unificar y no diseminar a feligreses
Oscar De La Rosa, Jacona
La desintegración familiar se apodera del 70 por ciento de las familias católicas avecindadas en los municipios que integran la Diócesis de Zamora. De 14 foranías (regiones) en que está dividida, en 11 hay problemas de ese tipo derivado de la migración, inexperiencia de pareja y el uso de la tecnología como el celular y otros medios que impiden un diálogo entre los cónyuges.
“Es un aspecto doloroso que lastima a la Iglesia Católica y vamos a responder por medio de una evangelización fuerte y decidida para unificar, y no como una organización no gubernamental para evitar que se genere ese problema social que deja desprotegidas a varias personas, entre ellas niños y mujeres, generalmente”, puntualizó Sergio Alejandro Arroyo, secretario episcopal en esta Diócesis, en el marco de una rueda de prensa efectuada en el Seminario de Jacona.
Indicó que la violencia que se desprende de la desintegración familiar no debe ser un motivo para dejar sin esperanza a los fieles católicos, ya que se puede recomponer el camino para trabajar en el fortalecimiento de la integridad de cada persona, principalmente en el aspecto humano.
Para tratar el tema de la desintegración, 200 sacerdotes, 50 religiosas y 250 laicos se reunieron en la Asamblea Diocesana de Pastoral para tratar el tema bajo 2 ejes, que son la Reconstrucción del Tejido Social y la Dimensión Social de la Evangelización, que vendrán a ser herramientas importantes para atacar el tema.
Jaime Calderón Calderón, obispo auxiliar de Zamora, dijo que a partir del 8 de noviembre iniciará el año de la misericordia en la Iglesia Católica y es a partir de allí que buscarán trabajar sobre ese punto, por lo que a partir de establezcan un dictamen sobre la realidad actual, vendrá un periodo para solucionar el problema.
Por su parte, Javier Navarro Rodríguez, obispo de Zamora, dijo que es necesario hacer un examen a conciencia sobre lo que ocurre en relación a diversos temas sociales, ya que las acciones deben ser motivo de unidad y no de diseminar a los feligreses por una falta de capacidad evangelizadora que venga a distorsionar el objetivo que buscan con la Asamblea Diocesana.
“Aun con todos los puntos negros de la Iglesia Católica, seguimos en el país como una de las instituciones más creíbles en el país, de acuerdo a una encuesta levantada entre la población. Ello nos compromete aún más a ser pastores dedicados al servicio de Dios para ser una guía en la vida de los feligreses”, finalizó.
Numeraria
500 personas están reunidas en la Asamblea Diocesana de Pastoral