La insoportable necedad del ser.
José Luis Ceja Guerra.
Hay una diferencia enorme entre la vocación y la obsesión, lo malo esa que quien está obsesionado pocas veces reconoce y acepta esta diferencia y más cuando se rodea de un séquito de aduladores.
Al margen de lo que decida el Tribunal Electoral del Estado de Michoacán, respecto a la impugnación de la elección municipal en Jiquilpan, promovida por el PVEM, lo cierto es que la actitud de Marco Valencia, ex candidato por el Verde Ecologista, parece más un capricho que un afán de verdadero servicio a su municipio.
Es esta la segunda ocasión que pierde una elección local y es la segunda ocasión también que lleva el resultado a los tribunales electorales y todo parece indicar que por segunda ocasión se quedará sin regir los destinos del municipio de Jiquilpan.
El problema o la obsesión posiblemente no radiquen en Marco Valencia, un exitoso empresario de la construcción sino en aquellos que lo rodean y que se han prestado a las más burdas escenificaciones en la intención de allanarle el camino a la alcaldía en busca de una chamba de segundo pelo que les asegure un ingreso fijo al menos tres años.
El caso de Eliseo Yeo Santamaría, el Licenciado como se hace llamar, resulta realmente patético pues lo mismo es presentador de TV, mago de funciones de escuela, director de prensa del PAN local y hasta integrante de la Asociación Nacional de Locutores de México, tribunas desde las que se dedicó a golpear a los panistas que le impedían a Marco Valencia llegar a ser el candidato.
Yeo Santamaría llegó incluso a intentar vender (literalmente) información confidencial del PAN jiquilpense y reportajes en los que, según él, se comprobaban las estafas de Germán Naranjo entonces presidente del comité municipal de Acción Nacional y hoy regidor electo.
En suma este hombre al que llaman “El Mago” es quien impulsa, motiva y avienta a Marco Valencia a este proceso de rebeldía contra la voluntad externada en las urnas y lo hace por una simple y sencilla razón, si Marco Valencia no es alcalde entonces tendrá que batallar otros dos años y medio para sostenerse hasta el próximo proceso electoral.
Aquí vale la pena destacar la actitud del PRD que simple y llanamente reconoció la derrota sin ambigüedades ni dudosos discursos y me imagino que esto obedeció a un ejercicio de autocrítica que les permitió establecer que fueron sus malas decisiones las que influyeron en su derrota.
Los rompimientos internos, los jaloneos y los antagonismos prevalentes en el PRD no le dejaron cicatrizar las heridas antes del proceso electoral y esto orilló a que los inconformes se refugiaran en partidos ideológicamente antagonistas al PRD entre éstos el Verde Ecologista.
El problema fue que, tradicionalmente, al igual que el antiguo PAN, el Verde es en Jiquilpan un club de gente bien que había sido en la realidad un coto de la familia Contreras al que tomaron por abordaje ex priistas, panistas y perredistas.
Lo anterior deberá ser motivo de un análisis muy serio en cuanto a los números logrados pues ni la elección a alcalde, diputado local, federal o Gobernador, la dan a Verde Ecologista de Jiquilpan datos duros respecto a su crecimiento como partido político.
En ese error cayó el PAN quien creyó que la votación del 2011 en la que les tumbaron la victoria en la mesa se repetiría y la realidad fue que el elector los relegó hasta la cuarta posición de cinco competidores.
Al final de esta administración al menos en Jiquilpan algunos directores de área como el de Atención Ciudadana y Deportes deberán pedir una disculpa a la ciudadanía por haber acudido religiosamente a cobrar sus quincenas y muy pocas veces haberse presentado a trabajar.