José Guerra/Venustiano Carranza.
Pese a que no se había confirmado si las reses y caballos muertos en la región de La Závila fallecieron a causa de rabia paralítica bovina, la carne de estos animales fue comercializada por tablajeros de Sahuayo y Venustiano Carranza de acuerdo a uno de los propietarios de estas reses.
De acuerdo a Ramón Herrera, uno de los propietarios de estas reses la carne se comercializó a pleno llano, esto es, al menos una de las reses muertas ni siquiera fue trasladada al rastro sino que se destazó en el campo para trasladarla directamente a un puesto de tacos en la fiesta patronal de San Pedro; señaló que la mayoría de las reses muertas fueron vendidas a razón de 2 mil pesos cada una.
Respecto a los riesgos de comercialización de esta carne, médicos del centro de salud de este municipio señalaron que no existían tales riesgos ya que la cocción de la carne eliminaba cualquier riesgo que pudiera existir a más de que hasta el momento no se han presentado pacientes que presenten síntomas relativos a la ingesta de esta carne.
Sin embargo el doctor Jorge Santillán de la ciudad de Jiquilpan señaló que sí pudieran existir riesgos y que al menos debiera establecerse una cadena de seguimiento para determinar los puntos específicos en que se distribuyó la carne de estas reses para establecer una red de detección en caso de ser necesario.
Es de destacar que desde el que se dieron las primeras muertes se envió una cabeza de estos animales para la comprobación de la causa de su muerte y apenas el viernes pasado por la tarde Leonel Anguiano, propietario de otra de las reses muertas señaló que el laboratorio estatal de salud le había confirmado que se trataba de rabia paralítica bovina y que personal del sector salud estaría en la cabecera municipal de Venustiano Carranza para entregar vacunas.
Comercializaron carne de reses muertas por rabia paralítica bovina
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