Por Andrea Del Río
Para dar gracias por el don de la vida disfrutado a lo largo de quince maravillosos años, Carol Gómez García llegó hasta el altar del templo de San Juan Diego. El párroco oficiante la recibió en la entrada del templo, así como a todos sus acompañantes. También con Carol estuvo presente su mamá, Silvia García, quien llena de alegría y emoción siguió atenta el desarrollo de la celebración religiosa. Después de recibir la bendición de despedida, Carol abandonó el santo recinto para ocupar un elegante carro que la trasladó hasta un reconocido salón de fiestas de la ciudad, en donde tuvo lugar una especial recepción en su honor.
1. Carol
2. Amigas
3. Su mamá: Silvia García
4. Padrinos: Martha Espinoza y José Luis Hernández